Nuestro amigo Leonardo Conde comentó una salida en kayak que al leerla me pareció una muy linda crónica para compartir, imperdible y muy disfrutable.La aventura Parador Tajes en estos días de mayo se engendró al leer del
WindGurú que daba un fin de semana con oleaje en la costa Montevideana y
así nacío esta salida en solitario, de primera cargamos kayak en las
barras del auto y con el equipo liviano y
casi al mediodía soleado del sábado 5 de mayo rumbeamos, (aclaro: yo y
el mate) por Ruta 5 hasta la Ruta 36 y de allí trepamos hacia la
canaria localidad de Los Cerrillos, cayendo hacia el Oeste a llegar a la
rotonda de la Ruta 47 y por ésta seguimos hasta la portera que señala
el ingreso al Parador Tajes. Pago de estadía y... adentro, el viejo
Santa Lucía nos estaba esperando luego de algún tiempo y se ofrecía
presentando el desafío que nos habíamos marcado que consistía en
circunnavegar la Isla del Francés. Armado el campamento base en el mismo
Camping, embarcamos con rumbo al norte, pese a que la tarde caía
rapidamente y cerca de las cinco y poco regresamos satisfechos por las
gratificantes sensaciones que nos habia prodigado el Río permitiéndonos
palear sin apuro hasta haber tenido por el través de babor el Mirador
Vilaró. Había sido una picadita previa a lo que sería la empresa que nos
embarcaría el domingo, de poner proa aguas abajo hasta la punta sur de
la Isla del Francés y tomada ésta, remontar el brazo del Río San José
hasta completar la vuelta en sentido horario, pasando por el Paso del
Bonete al norte de la Isla y regresando aguas abajo por el Santa Lucía.
Luego de la previa de chacinados canarios conocidos como salchichón
casero, amén de la chorizada tradicional y ya entrada la noche,
dedicamos unos instantes a contemplar la inmensa luna que se asomaba
entre la copa de los arboles iluminando la postal ribereña. Nos
sorprendió la mañana del domingo con el trasfoguero todavía en brasa y, -
amargo por medio-, fuimos preparando los petates. Desayunamos y
despertando la curiosidad de los madrugadores acampantes, bajamos el
Travesía 5.30 hasta la playita de arena de la zona habilitada para baños
del Camping y encendiendo el GPS Garmín que llevamos para probar,
decidimos poner proa al sur, hacia el Paso del Bote, cerramos cockpit
salimos al canal con unos golpes de remo, impulsados por un vientito
norte que creaba algunas ondas en la superficie del agua y viento y
corriente a favor fuimos dejando el Puerto Jackson a babor y la Isla del
Francés por estribor y manteniéndonos cerca de la margen de la Isla
avistamos el primer elemento destacable en lo que hace a las
precauciones que deben tenerse al navegar estos cursos fluviales y
consistía en un mástil metálico que asomaba unos 50 centimetros de la
superficie, a poco de pasar el Embarcadero y a unos 20 metros de la
orilla de la Isla. Algo conocido pero digno de ser reiterado es la
presencia de innumerables troncos de eucaliptus caídos que asoman sus
aguzadas ramas, casi petrificadas a favor la la corriente; aguas abajo,
significa un vuelco y aguas arriba, con estropada, es chuzaso seguro. La
costa del lado de la Isla es de monte ribereño con escasas entradas y
la del lado de tierra que corresponde al Departamento de Canelones
presenta algunas playitas de tosca y arena y a poco de pasar los mil
metros iniciales de navegación percibimos de esa margen la presencia de
una arenera que en nuestra última salida no habiamos visto. A nuestra
derecha, pudimos ver y fotografiar unos robustos rieles metalicos de
indudable origen inglés que habrán sido "muerto" de algún, ahora
inexistente, alambrado. Tambien sobre la Isla, a medio camino del Paso
del Bote, nos percatamos de una reciente construcción con portera,
embarcadero y presencia humana, denominada por un cartel de gran
tamaño: "El Maragato" lo que nos hace pensar de que se ha reiniciado la
colonización de la Isla, otrora multiplicada como lo señalan las
numerosas construcciones de recio enclave lacuste que se enseñorean
frente al sol sobre la costa Este de la ínsula, donde son tradicionales
la del ex-Naútico Santa Lucía y las casitas frente a la boca del Arroyo
de la Lista. Cabe decir que procuramos cubrir la singladura con una
cobertura gráfica que nos permitió con amplio margen la Kodak C 123 que
estabamos estrenando. Así que cada 500 metros hacíamos jugar el
disparador hacia proa y hacia popa para obtener vistas en ambos sentidos
y procuramos reflejar en imagenes cada unos de los cambios de curso del
Río así como aspectos de sus margenes. En media hora estabamos virando a
la derecha tomando el extremo sur de la Isla, dejando a babor el curso
del Río que seguía aguas abajo rumbo a las Islas Collazo, Peral y
Villeta o Valeta, -que prometemos recorrer antes del verano-,
continuando su marcha líquida hacia el Río de la Plata. Dicho lugar
constituye el encuentro del brazo del Río San José que desemboca en el
Santa Lucía y en general se denomina Paso del Bote, lo pudimos constatar
efectivamente, pese al ancho del Río, la profundidad promedia los 50
centimetros, pero con algún pozón que superaban la longitud del remo.
¿Dónde estarán las boyas y las Pantallas de Enfilación que muestran los
cuarterones?, seguramente sucumbidas por la acción natural y por la
depredación humana. No nos percatamos del llamado Islote Raquel que me
figuraba en el cuarterón, aparentemente ubicado en el extremo de la
Isla del Francés, seguramente unido por el aluvión y tapado por los
pajonales, paso desapercibido. Perdidas de vista las palmeras que
imperturbables al tiempo sirven de referencia para reconocer el Paso,
señalado su bajofondo por una maraña de troncos que asoma en medio de la
superficie del agua, caímos a estribor y remontamos el curso del San
José, al abrigo que proporcionaba el monte de la Isla y con una
imperceptible corriente en descenso, una nimiendad para el afilado casco
del kayak, diría algún amigo nauta. Ahora sí que estabamos rodeados de
naturaleza, abundancia de verde hasta el empacho vegetal y presencia de
aves variadas, entre las que destacó una persistente cigueña que
acompañó la navegación hasta que, pertinaz, posó para el lente de la
cámara y satisfecha siguió en sus asuntos sin volver a aparecer. Aquí el
Río baja en un cauce amplio y regular, con una recta inicial de algo
mas de un kilómetro y luego multiples curvones y meandros que en algun
caso enloquecia el compás magnetico al girar 180 grados y dar la
impresion de que estabamos retornando, casi no existen umbrales en las
margenes de este brazo del San José, la costa es de barrancas altas y
empinadas del lado del Departamento homónimo como las de la propia Isla,
salvo un par de barrancas con dificultad técnica de desembarque no
vimos mas que monte orillero, zancudas y mucha, mucha paz natural. En
uno de los primeros giros del cauce sobre la margen que nos quedaba a
estribor detectamos una lancha fondeada en un entrada arenosa, en la que
sobresalían en la barranca un grupo de palmeras que permiten
identificar el paraje. Vueltas ora a estribor, ora a babor en una hora
larga de paleo y finalmente los Alamos desnudos y la desolada imagen de
los eucaliptus inclinados y petrificados en medio del agua nos indicó
que estabamos en la bifurcación del San José, en el lado norte de la
Isla, inmediatamente de virar, ahora aguas abajo por el brazo corto que
lo conecta con el Santa Lucía, encontramos en un pronunciado giro una
agradable playita de arena limpia y firme en donde almorzamos
frugalmente y estiramos un poco para estar en condiciones de terminar lo
poco que restaba de agua para culminar, llegando al Parador desde aguas
arriba y finiquitar la circunvalación de la larga isla. Inmediatamente
de embarcar y virada la curva cerrada quedamos frente al cauce del Santa
Lucía y sus dos posibilidades de acceso, una por la boca amplia, de
escaso calado que debe preocupar a las motoras y veleros y no a nosotros
y la del llamado Paso del Bonete, estrecho y algo mas profundo, optando
por este ultimo por lo pintoresco del paisaje, nos saludaron los alamos
centinelas del Paso, testigos mudos de nuestros pasaje, dejándonos con
un adiós en el espítitu. Llegamos en un periquete a la playita del
camping, teniendo como referencia la casilla de Guardavidas estival que
resigna su destino invernal, vacía, cerrada y sin ser vandalizada. Casi
cuatro horas de paleo suave con parada gastronomica y unos 13 kilometros
de recorrido total, misión cumplida y compromiso personal superado.
Quedaron en la agenda, remontar desde aquí el Rio Santa Lucía rumbo a
Paso Quebracho, Belastiquí y Aguas Corrientes, distante unos 21
kilometros desde el Tajes; el San José en toda su extensión, ya
bosquejada en este sentido en una postergada bajada planificada desde
Paso del Rey, Picada de Varela y Paso Valdés, todas en etapas y alguna
haciéndolas aguas abajo. Y dentro de la zona, el San José hasta las Tres
Bocas, luego una cortita por el arroyo de la Lista y su afluente el
Potrero con una visita al Puerto Chiquitúa. Como siempre, el Parador
Tajes, a que le merecen los mejores comentarios, siempre fascinante y
generoso en aguas, monte y naturaleza, en unas jornadas con clima de
veranillo y vientos y corriente sin particularidades nos dejó con ganas.
Volveremos por más!!! Nota: las fotos son nuestras, sé que hay tomas en
la red de los mismos lugares, pero el sentido es darle ese valor de
aporte, los cuarterones son sacados de la red, especialmente encontré
uno en el sitio del Club Alemán de Remo de Montevideo: "Un paseo por el
Río Santa Lucía" con texto de autoría del Sr. E. Gudynas que me pareció
de muy interesante lectura.- Leonardo Conde
Instrucciones para elegir en un picado (Alejandro Dolina)
CUENTO: INSTRUCCIONES PARA ELEGIR EN UN PICADO
EXTRAIDO DEL LIBRO: CRONICAS DEL ANGEL GRIS; 1° EDICION 2003
AUTOR: ALEJANDRO DOLINA
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán, lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respeta y se quieren en invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos que la victoria con los extraños o los indeseables.
''EL UNICO HEROE VALIDO ES EL HEROE GRUPO''
Homenaje de un grafiti callejero a Hector German Oestergeld, creador de la historieta ''El Eternauta''.
También decía en la transcripción de una entrevista publicada en la segunda edición de dicha obra, llamada ''50 años El Eternauta 1957 - 2007'', Ediciones DOEDYTORRES; 2° Edición, de Hector German Oestergeld y Francisco Solano Lopez: ''El verdadero héroe de EL Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir intimo: el único héroe valido es el héroe grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo."
EXTRAIDO DEL LIBRO: CRONICAS DEL ANGEL GRIS; 1° EDICION 2003
AUTOR: ALEJANDRO DOLINA
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán, lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respeta y se quieren en invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos que la victoria con los extraños o los indeseables.
''EL UNICO HEROE VALIDO ES EL HEROE GRUPO''
Homenaje de un grafiti callejero a Hector German Oestergeld, creador de la historieta ''El Eternauta''.
También decía en la transcripción de una entrevista publicada en la segunda edición de dicha obra, llamada ''50 años El Eternauta 1957 - 2007'', Ediciones DOEDYTORRES; 2° Edición, de Hector German Oestergeld y Francisco Solano Lopez: ''El verdadero héroe de EL Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir intimo: el único héroe valido es el héroe grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo."
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